«…El ‘Acuerdo por Chile’ y la reforma constitucional habilitante han diseñado un proceso en el que, usando la metáfora mecanicista, es un ‘dispositivo de relojería’ en una lógica de pesos y contrapesos, que va a requerir de piezas ajustadas y de un diálogo fluido (…). Tiene la ventaja, eso sí, de razonablemente aprender de los errores o vaivenes de la Convención Constitucional, de la inútil dilatación del debate reglamentario y la ausencia de un pacto amplio…». Puedes revisar el análisis jurídico constitucional del abogado Francisco Zúñiga Urbina publicado por El Mercurio Legal aquí.
